martes, 7 de agosto de 2012

La cuenta que mejor da



La cuenta que mejor da

En un papel con pliegues marcados por las veces que lo dobla y desdobla, Nereyda anota los gastos del mes contra el salario que cobró, aún no acaba la primera quincena y  el monedero ha adelgazado considerablemente.
Mira en la pared de la sala el cuadro que muestra su título universitario de Licenciatura en Economía que el tiempo ha tornado amarillento. Trabaja en una empresa estatal, se esfuerza cada mañana por llegar temprano y en ocasiones, los días de cierre, es una de las que más tarde regresa a casa, aún así, está segura de que tiene que tomar alguna decisión para lograr un mayor ingreso económico…la cuenta no le da.
A raíz de la puesta en vigor de la actualización del modelo económico y la ampliación de los oficios por cuenta propia muchos han sido los que se han incorporado al sector no estatal. De ellos jubilados, desempleados, trabajadores que quedaron como disponibles en sus centros de trabajo y profesionales que han abandonado su puesto en la búsqueda de mayor entrada salarial.
Según el Anuario Estadístico de Cuba 2010, en la edición del 2011 el salario medio mensual en entidades estatales y mixtas en Santiago de Cuba es de 450 pesos aunque la cifra aumentó en relación con años anteriores, (en  el 2005  era de 310), pero aún así, es insuficiente para satisfacer las necesidades básicas del hogar.
Asimismo señala que las entidades estatales y mixtas que mejor salario medio devengan al mes son las están relacionadas con la explotación de minas y canteras, electricidad, gas, agua y la construcción.
Según datos oficiales publicados por Cubadebate, indican que la cifra actual de “cuentapropistas” incluye a pocos jóvenes; predominan los trabajadores de entre 40 y 49 años o los mayores de 60, en tanto ha aumentado la proporción de mujeres y ha subido el nivel académico de quienes integran el sector.
Por otro lado, en Santiago de Cuba, según el Ministerio de Trabajo Provincial hasta mayo de este año existen en el territorio un total de 3188 cuentapropistas que mantienen simultáneamente el vínculo laboral en entidades estatales.
Alberto, es uno de esos pocos jóvenes que indican las estadísticas incorporado recientemente a las actividades por cuenta propia. Tiene un título que lo avala como Técnico Medio en Electrónica y aunque el trabajo que tenía hace unos años no era afín con lo que había estudiado no lo pensó dos veces cuando la ampliación de los empleos por cuenta propia se volvió noticia, decidió montar un pequeño taller para arreglar equipos electrónicos, “Lo que me gano no da para lujos pero evidentemente es más de lo que devengaba en un mes, en ocasiones duplica la cifra. Claro, todos los meses no se comporta de la misma manera, y también se incurren en otros gastos como la compra de piezas de repuestos, que se hacen en el mercado negro con precios impuestos por la escasez y por no existir un mercado estatal que los suministre, pero de todas maneras, no me arrepiento de mi decisión.” 
Lucy es cuentapropista hace años también, alquila habitaciones de su casa a extranjeros, pero un día también laboró en una entidad estatal, “trabajaba en el Areopuerto Antonio Maceo, lugar que para muchos es de los mejores en cuanto al salario y a la estimulación en divisas, pero que va, no hay nada como ser dueña de tus horarios, además, indiscutiblemente lo que me reporta este pequeño negocio monetariamente me da para vivir un poco más holgada.”
Hay quienes sin embargo, prefieren recurrir al trabajo no estatal como una alternativa más para palear las carencias de la cotidianidad sin perder su vínculo profesional, es el caso de Lisandra, es Licenciada en Psicología y su tiempo libre lo dedica a hacer manicuris, desde pintarlas hasta poner uñas acrílicas. Sólo hace un año tiene la licencia para ejercer este oficio desde que el Estado promulgó la nueva Ley, “no es un negocio para enriquecerse pero genera ganancias que te hacen más llevadera la vida, muchos materiales me lo mandan mi familia del extranjero, otras las compro en las tiendas cubanas y a pesar del pago de impuestos siempre queda algo para uno.”
El trabajo en el sector no estatal no es nuevo para los que poblamos esta nación, desde la década de los noventa se venían dando pasos en este sentido, con el fin de crear nuevas fuentes de empleo y a su vez nuevos mecanismos de gestión en la economía.
Por ser aún insuficiente el salario promedio de la población para solventar las necesidades básicas del hogar muchos profesionales y trabajadores estatales han encontrado en la nueva ampliación de este sector una alternativa a incrementar la economía familiar.
A pesar de que no es un fenómeno mayoritario porque solo el 22 ٪ de los cuentapropistas en el país tenían vínculos laborales con anterioridad, no debe perderse de vista esta situación.
Todavía existen muchos trabajadores estatales que esperan que la situación financiera para este sector cambie, unos porque se niegan a romper los lazos con su profesión, otros porque no se sienten capaces de adentrarse en el mundo del cuentapropismo.
Sobre las diferencias de ingresos de varios sectores de la sociedad, Ariel Terrero, periodista especializado en temas económicos, señaló en el espacio televisivo de la Revista Buenos Días que “se están reestructurando sectores de la sociedad, se van formando de manera rápida según los distintos ingresos.”
Terrero identificó cuatro grupos según sus ingresos: bajo -en el que se encontrarían los empleados públicos y los jubilados, que representan 40% de la población-, medio, medio alto y alto. Según sus estimaciones, el nivel más alto está integrado por cuentapropistas y por cubanos que reciben remesas desde el extranjero: "Estamos hablando de un área que no es pequeña aunque no es la mayoría todavía", señaló.
Nereyda continúa anotando los gastos del mes, pero respira un poco más aliviada desde que decidió rentar una de las habitaciones de su casa en CUC. Aún mira con ilusión su título universitario colgado en la pared,  espera algún día volver a estar entre números y cuentas de cierre,  a fin de cuentas, aún se siente enamorada de su profesión.  

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