La cuenta que mejor da
En un papel con pliegues
marcados por las veces que lo dobla y desdobla, Nereyda anota los gastos del
mes contra el salario que cobró, aún no acaba la primera quincena y el monedero ha adelgazado considerablemente.
Mira en la pared de la sala
el cuadro que muestra su título universitario de Licenciatura en Economía que
el tiempo ha tornado amarillento. Trabaja en una empresa estatal, se esfuerza
cada mañana por llegar temprano y en ocasiones, los días de cierre, es una de
las que más tarde regresa a casa, aún así, está segura de que tiene que tomar
alguna decisión para lograr un mayor ingreso económico…la cuenta no le da.
A raíz de la puesta en
vigor de la actualización del modelo económico y la ampliación de los oficios
por cuenta propia muchos han sido los que se han incorporado al sector no
estatal. De ellos jubilados, desempleados, trabajadores que quedaron como
disponibles en sus centros de trabajo y profesionales que han abandonado su
puesto en la búsqueda de mayor entrada salarial.
Según el Anuario
Estadístico de Cuba 2010, en la edición del 2011 el salario medio mensual en
entidades estatales y mixtas en Santiago de Cuba es de 450 pesos aunque la
cifra aumentó en relación con años anteriores, (en el 2005 era de 310), pero aún así, es insuficiente
para satisfacer las necesidades básicas del hogar.
Asimismo señala que las
entidades estatales y mixtas que mejor salario medio devengan al mes son las
están relacionadas con la explotación de minas y canteras, electricidad, gas,
agua y la construcción.
Según datos oficiales publicados por Cubadebate, indican
que la cifra actual de “cuentapropistas” incluye a pocos jóvenes; predominan
los trabajadores de entre 40 y 49 años o los mayores de 60, en tanto ha aumentado
la proporción de mujeres y ha subido el nivel académico de quienes integran el
sector.
Por
otro lado, en Santiago de Cuba, según el Ministerio de Trabajo Provincial hasta
mayo de este año existen en el territorio un total de 3188 cuentapropistas que
mantienen simultáneamente el vínculo laboral en entidades estatales.
Alberto, es uno de esos
pocos jóvenes que indican las estadísticas incorporado recientemente a las
actividades por cuenta propia. Tiene un título que lo avala como Técnico Medio
en Electrónica y aunque el trabajo que tenía hace unos años no era afín con lo
que había estudiado no lo pensó dos veces cuando la ampliación de los empleos
por cuenta propia se volvió noticia, decidió montar un pequeño taller para
arreglar equipos electrónicos, “Lo que me gano no da para lujos pero
evidentemente es más de lo que devengaba en un mes, en ocasiones duplica la
cifra. Claro, todos los meses no se comporta de la misma manera, y también se
incurren en otros gastos como la compra de piezas de repuestos, que se hacen en
el mercado negro con precios impuestos por la escasez y por no existir un
mercado estatal que los suministre, pero de todas maneras, no me arrepiento de
mi decisión.”
Lucy es cuentapropista hace
años también, alquila habitaciones de su casa a extranjeros, pero un día
también laboró en una entidad estatal, “trabajaba en el Areopuerto Antonio
Maceo, lugar que para muchos es de los mejores en cuanto al salario y a la
estimulación en divisas, pero que va, no hay nada como ser dueña de tus horarios,
además, indiscutiblemente lo que me reporta este pequeño negocio monetariamente
me da para vivir un poco más holgada.”
Hay quienes sin embargo,
prefieren recurrir al trabajo no estatal como una alternativa más para palear
las carencias de la cotidianidad sin perder su vínculo profesional, es el caso
de Lisandra, es Licenciada en Psicología y su tiempo libre lo dedica a hacer
manicuris, desde pintarlas hasta poner uñas acrílicas. Sólo hace un año tiene
la licencia para ejercer este oficio desde que el Estado promulgó la nueva Ley,
“no es un negocio para enriquecerse pero genera ganancias que te hacen más
llevadera la vida, muchos materiales me lo mandan mi familia del extranjero,
otras las compro en las tiendas cubanas y a pesar del pago de impuestos siempre
queda algo para uno.”
El trabajo en el sector no
estatal no es nuevo para los que poblamos esta nación, desde la década de los
noventa se venían dando pasos en este sentido, con el fin de crear nuevas
fuentes de empleo y a su vez nuevos mecanismos de gestión en la economía.
Por ser aún insuficiente el
salario promedio de la población para solventar las necesidades básicas del
hogar muchos profesionales y trabajadores estatales han encontrado en la nueva
ampliación de este sector una alternativa a incrementar la economía familiar.
A pesar de que no es un
fenómeno mayoritario porque solo el 22 ٪ de
los cuentapropistas en el país tenían vínculos laborales con anterioridad, no
debe perderse de vista esta situación.
Todavía existen muchos
trabajadores estatales que esperan que la situación financiera para este sector
cambie, unos porque se niegan a romper los lazos con su profesión, otros porque
no se sienten capaces de adentrarse en el mundo del cuentapropismo.
Sobre las diferencias de
ingresos de varios sectores de la sociedad, Ariel Terrero, periodista
especializado en temas económicos, señaló en el espacio televisivo de la
Revista Buenos Días que “se están reestructurando sectores de la sociedad, se
van formando de manera rápida según los distintos ingresos.”
Terrero
identificó cuatro grupos según sus ingresos: bajo -en el que se encontrarían
los empleados públicos y los jubilados, que representan 40% de la población-,
medio, medio alto y alto. Según sus estimaciones, el nivel más alto está
integrado por cuentapropistas y por cubanos que reciben remesas desde el
extranjero: "Estamos hablando de un área que no es pequeña aunque no es la
mayoría todavía", señaló.
Nereyda continúa anotando
los gastos del mes, pero respira un poco más aliviada desde que decidió rentar
una de las habitaciones de su casa en CUC. Aún mira con ilusión su título
universitario colgado en la pared,
espera algún día volver a estar entre números y cuentas de cierre, a fin de cuentas, aún se siente enamorada de
su profesión.