martes, 27 de marzo de 2012

Envía Raúl Castro mensaje de felicitación a los santiagueros


JOSE ANGEL ALVAREZ CRUZ

El presidente de los Consejos de Estado y de Ministros felicitó a los santiagueros por su participación organizada y respetuosa en el recibimiento a Su Santidad Benedicto XVI y en la misa que oficiara el Sumo Pontífice en la Plaza de la Revolución Antonio Maceo.
Lázaro Expósito Canto, primer secretario del Partido en esta provincia expresó que en conversación con el mandatario cubano, este le dijo que hiciera llegar a las organizaciones de masas, al Ministerio del Interior y a todos los que contribuyeron al éxito de este acontecimiento, sus más sinceras felicitaciones.
Raúl se congratuló una vez más con la respuesta dada por los habitantes de esta tierra heroica al llamado que hiciera la dirección de la Revolución, de recibir a Benedicto XVI con simpatía, cariño, respeto y profundo humanismo.
Una vez más se puso de manifiesto la hospitalidad y entusiasmo de los santiagueros que a lo largo de casi ocho kilómetro de recorrido saludaron afectivamente al líder de los católicos del mundo, para luego abarrotar la Plaza de la Revolución, donde también asistió el presidente cubano Raúl Castro Ruz a presenciar la misa.
De esta forma los hombres y mujeres de esta tierra bendecida por su historia y sus mártires hacen gala de esa frase dicha por Raúl y que aquí se repite como un himno de batalla: Santiago sigue siendo Santiago.

viernes, 16 de marzo de 2012

Visita del Papa: La derrota de un propósito


JOSE ANGEL ALVAREZ CRUZ

La próxima visita a Cuba de Su Santidad Benedicto XVI es observada en el mundo con mucha atención, sobre todo de los feligreses que siguen los movimientos del sumo pontífice de la Iglesia Católica, además de los amantes de la noticia, que aunque no profesen religión alguna, van detrás del acontecimiento.
En menos de 15 años esta es la segunda que realiza un Jefe de Estado del Vaticano a la Isla, lo que evidencia una conciencia  apreciable en la Santa Sede, de las buenas relaciones que existen  
en Cuba entre la Iglesia y el Estado.
Sin embargo, se conoce de pretensiones de algunos grupúsculos, que intentan sabotear la estancia del Santo Padre en la mayor de las Antillas, con el financiamiento y la anuencia de sus amos en el exterior.
Dar la impresión de un país fuera de control, es un objetivo, mostrar una  realidad muy distinta a la que vivimos hoy, es otro, pero el propósito supremo es tratar de montar un show al puro estilo de la “disidencia” que sirva a los intereses de quienes luchan por mancillar la dignidad de la Revolución.
Un contundente mensaje del Arsobispado de la Habana leído en los noticieros nacionales y otros espacios salió al paso a esta realidad, con una condena a la “toma” de los santuarios por parte de grupos con objetivos ajenos a la religión.
La declaración agrega que estas instituciones son para profesar la fe y no deben convertirse en trincheras políticas, por lo que se le pide a quienes tienen la intención de acometer actos de esta naturaleza, que cesen en ese empeño.
Como se puede apreciar hay plena sintonía entre la Iglesia Católica y el Estado en la necesidad de hacer de la visita de Su Santidad un acontecimiento histórico y cultural donde prime la paz, la organización, el respeto mutuo y la hermandad.
Al Jefe de Estado del Vaticano lo recibirá un pueblo inmerso en transformaciones que apuntan a la elevación del nivel de vida, a la construcción de una sociedad cada vez más justa y equitativa, complementada con la vocación solidaria e internacionalista que
siempre la ha distinguido.
Por tanto al parecer habrá muy malas noticias para quienes pretenden enturbiar la estancia del Papa en Cuba, porque sus aventuras y provocaciones no encontrarán respaldo popular y pasarán a ingresar la larga lista de intentos desestabilizadores infructuosos.
El pueblo le dará la bienvenida a Benedicto XVI como lo hace habitualmente con cualquier mandatario, con entusiasmo, patriotismo, hermandad y profundo humanismo,  principios arraigados en nuestra sociedad.
Con igual sentimiento y hospitalidad serán recibidos los feligreses de todas las latitudes que quieran llegar a estas tierras en ocasión de la estancia del Santo Padre.
Santiago de Cuba y la capital tendrán una vez más  la oportunidad de enseñar al mundo la unidad de un país defensor a ultranza de la paz, el bienestar, y el respeto a la autodeterminación. 








martes, 13 de marzo de 2012

UNIDOS POR LA PAZ


La ciudad respira alegría, usted lo puede percibir en cualquiera de sus calles, la gente está feliz y es que se aproxima todo un acontecimiento, del que seremos protagonistas los santiagueros en nombre de ciento de miles de cubanos.
La visita del Papa Benedicto XVI a Cuba, entre el 26 y el 28 de marzo, ya es un hecho del que se habla en barrios, paradas, centros laborales, escuelas, por doquier; también para el que se trabaja muy duro, porque sin dudas esta será otra página memorable en la historia de nuestra pequeña nación, que se agiganta por su obra cotidiana, de sacrificios y victorias.
Faltan pocos días y la labor se intensifica, no hay descanso, mujeres y hombres de disimiles empresas y organismos trabajan día y noche por lograr que la ciudad luzca engalanada al paso de su santidad, el Jefe del Estado más pequeño del mundo, La Ciudad del Vaticano.
Ante la imponente obra escultórica de la Plaza de La Revolución Antonio Maceo Grajales, se construye el altar para oficiar la misa, también majestuoso, como para la ocasión que reunirá a  cientos de miles de creyentes y no creyentes, pues este es un acontecimiento de pueblo, de todos los amantes de la Patria, que nos sentimos orgullosos y honrados con la visita del Sumo Pontífice de la Iglesia Católica.
Como buenos anfitriones, con disciplina, respeto y hermandad recibiremos al "Peregrino de la Caridad" que nos visita en el marco del Año Jubilar Mariano, con motivo del 400 aniversario del hallazgo de la imagen de Nuestra Señora de la Caridad y cumplimentando una invitación del Gobierno cubano y de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba.
De 84 años de edad y con una trayectoria religiosa impresionante, Benedicto XVI en su viaje apostólico por México y Cuba, tiene prevista la visita al Santuario Nacional de la Virgen de la Caridad del Cobre, recinto que atesora a la Virgen Mambisa, la madre de todos los cubanos, a la Patrona de Cuba, para suerte nuestra ubicado en un poblado santiaguero: El Cobre.
Uno vez más estará a prueba nuestra entereza. El patriotismo y la solidaridad de la gente buena y noble de este pueblo se harán sentir en todo el continente, en el mundo, que aguarda a la expectativa la visita  de su Santidad.
Cientos de  miles de feligreses, cientos de miles de cubanos de todos los rincones de la isla junto a invitados extranjeros, prensa acreditada, turistas, colmarán las plazas de la Cuna de  la Revolución, en Santiago de Cuba, y de la Capital de Todos los Cubanos, en Ciudad de La Habana.
El Papa dejará sobre este pueblo abnegado y trabajador su bendición, para que reine la paz y el amor entre los hombres;  nuestro pueblo, dejará en él una huella imborrable, ante infinitas muestras de respeto.


martes, 6 de marzo de 2012

Sueños cumplidos y sueños por cumplir


Norma Maricela Reyes Benítez acaba de alcanzar el sueño maravilloso de su vida, el de graduarse en la carrera de medicina en la Universidad de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba.
Es hondureña. Pero confiesa que en Cuba no solo adquirió una profesión, sino también otra familia, integrada por los cubanos que con tanto  cariño la acogieron, tanto en Cienfuegos como en Santiago de Cuba.
¿Otros sueños mayores? Sí, el de convertirme en especialista, lo que desearía también lograr en Cuba.
El agradecimiento al país donde vino como estudiante y de donde se va como una profesional de la salud, la resume en pocas, pero francas palabras. “Agradecemos el gesto solidario de Cuba, que siendo un país pobre ha compartido con nosotros lo que tiene”.
Mientras Norma Maricela y otros 95 estudiantes latinoamericanos reciben el diploma de graduados en medicina en Cuba, conoce sobre la campaña mediática que pretende restar prestigio a nuestro país. Y su comentario no se hace esperar. “Nosotros sabemos cuál es la verdad y cómo los enemigos reflejan siempre lo contrario. Compartimos con familias cubanas y sabemos lo que son los cubanos”.
En sus palabras en nombre de  los graduados, expresaría también que aquí, en Cuba, además de una profesión, aprendió lo que es el humanismo y la solidaridad. Ahora, cumplido su sueño, comienza otro más largo: el de realizarse como guardiana de la salud humana.